
Luego de algunos intentos de correr olas en Las Delicias. Con tablas de madera que llevaron desde el Club Waikiki, Guillermo Larco Cox, primo de Carlos Dogny Larco y Guillermo Ganoza Vargas, socio de ese club.
El verdadero momento generador se plasma con el grupo que lidera Rafo Otoya en Huanchaco. Rafael Otoya Silva vivía en Lima y había aprendido a correr olas en la playa Barranquito, con Joaquín Miró Quesada, Ernesto Barrón y Willy Ramsey. El compra una tabla de la marca Surfboard House y la lleva a Huanchaco en 1964. Lo acompañaron en sus primeras aventuras, en la zona conocida como La Curva, un pequeño grupo de entusiastas: Lucho Ganoza, su hermano Roberto Otoya, Domingo Álvarez Calderón (quién también compró una tabla marca Hobie), Cuté Ganoza y Beto Landeras. Ellos fueron los primeros trujillanos que hicieron de la tabla un culto y una práctica diaria. Eran los reyes de la playa y el foco de atención de los más jóvenes, que por emularlos también ingresan al mar. Así surge en 1969 la segunda generación trujillana: Marielena Bazán, Wayo Quea, Bernardo Alva y Miguel Canales. Entre ambos grupos, Carlos Jacobs es una cuña, pues ya corría olas en Lima y llega a Huanchaco en el 67 o 68 como un outsider que poco a poco se introduce en la fauna local.

En el invierno de 1965, el tablista limeño Fernando Arrarte, piloto de avioneta de una empresa fumigadora agrícola y socio del Club Waikiki, introdujo la tabla en el balneario de Pimentel. La primera generación de tablistas de ese hermoso balneario fueron Atahualpa Ezcurra, Juancho Yabar-Dávila Cuglievan y Billy Del Castillo. Ellos aprendieron con la tabla de madera balsa forrada con resina y fibra de vidrio de Fernando Arrarte (que la compró Juancho). Por sugerencia de Fernando, quién les entregó los estatutos del Club Waikiki de Miraflores, los pimenteleños fundaron su propio club de tabla, el Club Pacífico Norte.
Pacasmayo tiene un desarrollo propio y paralelo a Huanchaco y Pimentel. El nombre que se escuchó como el primer tablista de Pacasmayo es el de José Aramburú Zapata (fue el fundador y presidente del Pakatnamú Surf Club) y también el Dr. Walter Koening. Como segunda generación, aprenden a correr olas frente al malecón: Otto Montoya, los hermanos López; Coco, el “Gordo” y Choly, Salomón Lau, Kike Plaza, Coty Arana, Gerardo “Yayo” Bulnes, Roberto Luna y el jovencito Jaime Ganoza, que luego se muda a Huanchaco. Lucho Quezada estudiaba y corría olas en California y regresa a Pacasmayo a principios de los setenta, a integrarse a los melenudos del agua. En Pacasmayo se funda el Pakatnamú Surf Club en enero de 1971. Fue el club de tabla con mayor renombre y logros en esa región. Hasta hoy se recuerda la fiesta animada por los legendarios Traffic Sound, pues junto con la tabla, llegó la moda de organizar las fiestas Luau.

Los campeonatos de tabla también aparecieron en las playas norteñas en los 70. Los tablistas trujillanos comenzaron a destacar en esos primeros concursos donde también participaban los tablistas de Pimentel, Salaverry y Pacasmayo, como Jorge Stewart y Manuel Del Castillo, creándose la Liga de Tabla hawaiana del norte, que emprendió los famosos campeonatos norperuanos. Los hijos de los pescadores de Huanchaco empezaron a interesarse por el espectacular deporte. Ganándose en la orilla de la playa la amistad de los tablistas trujillanos, aprendieron a coger sus primeras olas en una tabla hawaiana. Así surgió el primer descendiente directo de los milenarios pescadores yungas que aprendió a correr olas con una tabla moderna: Pepe Venegas.