Larry Cavero nunca imaginó el surf en los helados Great Lakes cuando comenzó a surfear a la edad de siete años en su país natal, Perú. Pero después de mudarse a Canadá y descubrir las posibilidades, abrió una nueva puerta a su deporte favorito. Ya sea que se trate de -20 ° C y que el viento vuele a más de 50 kilómetros por hora, Cavero está rompiendo las olas a lo largo de Toronto.
Es por eso que decidimos contactar a nuestro compatriota, que con 47 años y con la mitad de su vida en Canadá, es uno de los principales organizadores de la comunidad de surf en los Great Lakes, además de recibir a todos los peruanos que llegan por primera vez al tercer país más frio del planeta.
“Canadá definitivamente tiene world class waves, y lo tiene como un secreto”, cuenta Larry desde su laptop en Toronto. “Las olas en el Pacífico (Vancouver Island) es una de ellas, y en el Atlántico en Nova Scotia, que recibe todos los swells de Ártico. Yo vivo prácticamente en el medio del país y tengo que manejar 18 horas para llegar al océano. Pero gracias a los Great Lakes, podemos surfear a unos minutos de acá, 1 a 2 horas entre los otros lagos”.
El surf en los Great Lakes o Grandes Lagos, suena a locura. Los poderosos vientos gélidos y las bajas temperaturas del agua, que se extienden en toda su geografía, es un factor que tienes que tener en cuenta si alguna vez piensas aventurarte. Esperar un buen swell y, obvio, tener mucha destreza para esquivar uno que otro pedazo de hielo que se atraviesa en el camino.
“Las condiciones se generan gracias a tormentas árticas bravísimas y de huracanes que se forman en el Atlántico. Los vientos pueden llegar de 45km a 65km y son ellas las que generan las olas, tan frías que llegan a 25 grados bajo cero. Siempre con viento onshore, chanchas, con poca fuerza, periodos cortos y duran poco, pero tenemos slabs, reef breaks y también beach breaks de arena que se ponen tubulares después de las tormentas. No hay días malos en los Great Lakes”.
“La verdad es que encontrar olas en los lagos fue como encontrar agua en el desierto. No lo pensé dos veces. Con un buen wetsuit de 6mm, botas de 8mm, guantes de 7mm y un poco de vaselina en la cara, sabía que podía sobrevivir. Los icebergs (de tamaño de un carro) suelen ser un problema. A veces no se ven los más pequeños ya que hay mucho movimiento en el agua y desaparecen cuando vienen o pasan las olas. Uno en la cabeza te puede matar, y si te caen en las piernas te las puede partir”.
Los Grandes Lagos son un grupo de cinco lagos de gran tamaño (Superior, Michigan, Huron, Erie y Ontario) situados en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá. Se formaron hace unos miles de años, después de la última Edad de Hielo. A medida que el hielo se fue retirando de la superficie, fueron quedando gigantescas cuencas que estaban llenas de agua, que dieron lugar, a los Grandes Lagos. Hasta hace poco, era imposible saber que ahí existiesen olas. Pero gracias aventureros como Larry Cavero, el surfing en Canadá tiene nombre. Sin embargo, al igual que el océano, las dificultades también se hacen presentes.
“En el invierno, todas las orillas se congelan y a veces solo encuentras una pequeña entrada o salida. Tienes que tener siempre un plan B en caso te lleve la corriente y termines lejos o donde no puedas salir. Cuando no sientes la cara o los pies, es señal que tienes que salir para evitar congelarte”
“Hace unos años, recuerdo que esperaba mi última ola y estaba con frío. Al llegar, la cogí pero se me cerró, y me agaché para salir en la espuma, de pronto, las quillas chocaron con un iceberg totalmente plano. Se frenó la tabla y salí volando. Caí de cara en la parte plana del iceberg. Me rompí la boca. No lo sentí porque la sangre se congeló, pero una vez que entré al carro, esperé que todo el hielo de mi cuerpo se derrita, y recién pude ver la sangre”.
Desde que se instaló en Canadá en 1990 por estudios, Larry no se ha desligado del Perú. De vez en cuando, regresa a sus orígenes para visitar a los suyos, correr algunas olas y llevarse consigo algunas tablas peruanas, que promociona en su surf shop de Toronto, que además alberga a una comunidad de tablistas con el fin de impulsar el surfing en los Grandes Lagos y su preservación.
“Surf Dreams Canada Surf Shop” nació como parte de un sueño personal. El surfing me apasiona mucho, así es que decidí trabajar en algo relacionado junto a mis esposa e hijas. En el surf shop vendo mucha variedad de implementos, incluyendo marcas peruanas como tablas. Gracias a mi amigo Renzo Zazzali y a Milano Surfboards, con quien me conecto desde Lima y me da recomendaciones”.
“También somos parte de una comunidad muy pequeña, con una mezcla de gente local y surfers de todas partes del mundo, lo que la hace muy especial. Todos se ayudan, comparten y todos quieren salir a surfear con todos. Aquí necesitábamos una compañía que se dedique totalmente al medio ambiente ya que existen problemas muy grandes de contaminación en los lagos y, a la vez, hacer crecer esta pequeña agrupación donde todos podemos trabajar, ayudar juntos y sobre todo fortalecer la nueva generación de Great Lake surfers”.
Larry también se ha hecho conocido por los medios internacionales de surf gracias al documental “One Days Likes These We Must Surf”, que relata efectivamente sus experiencias junto a su pequeña comunidad. Tablistas que llegan desde tan lejos y de países con buenas olas a meterse al agua congelada, en las peores condiciones que puede haber, y sin embargo son muy felices.