Toda buena causa que es capaz de movilizar un buen número de actividades a lo largo del mundo tiene su día. También el surf. Más que un deporte, una forma de vida con dos coordenadas bien definidas: la solidaridad y la sensibilidad con el medio ambiente.
Se trata de la ocasión perfecta para hacer descubrir el mundo fabuloso de las olas y del surf a nuevos públicos, compartir nuestra pasión por este deporte y sensibilizar a los practicantes de la frágil belleza de nuestro medio ambiente, así como de los valores de solidaridad a las cuales los surfistas tienen mucho apego.
El surf es sin duda nuestra terapia, nuestra manera de interactuar con el elemento agua en una de sus más divertidas facetas, cuando está convertida en energía, en una ola.