El rider inglés de 29 años,Tom Butler, fue el que se montó en la ola este último viernes que se cree que tendría una altura de más de 30 metros, según señalan las primeras estimaciones y se estaría hablando de una ola gigante jamás surfeada.
En conversaciones con la televisión local, Butler dijo que la hazaña "hizo su año" y que fue un momento en el que "se quedaría con él".
Al recordar "derribar la ola a 50 o 60 pulsaciones por minuto", Butler dijo que su "corazón estaba en su boca" cuando temía caer de su tabla. El surfista logró la hazaña en el mismo lugar donde sufrió lesiones graves dos años antes.
"Fue como huir de un toro furioso. Sin duda es la ola más grande que se ha surfeado en el mundo esta temporada y creo que podría superar el actual récord mundial con holgura. Cuando bajaba, pensé: WTF, esto es lo más rápido que he ido. El tiempo se ralentizaba, en realidad es puro instinto. Estaba haciendo todo lo posible por mantener el equilibrio", expresó Butler que además agregó.
"Es difícil decir exactamente lo grande que era, diría que era 20 veces mi altura. Realmente no lo ves detrás de ti porque estás tan concentrado en lo que te espera que solo miras hacia delante".
En 2016, Butler sufrió un wipeout brutal que le causó un corte en la oreja después de caer de una ola de 12 metros durante la competición Big Wave Tour de la World Surf League.Pasó tres días en el hospital recuperándose de sus heridas.
Momento preciso donde Butler coge la ola en Nazaré / Portugal.
Fotógrafos y espectadores han afirmado que Tom pudo haber batido el récord que hoy ostenta el brasileño Rodrigo Koxa que pelió para conseguir el reconocimiento por parte de los libros Guinness con su ola de 24 metros.
Para otorgarle este récord, Butler deberá presentar las pruebas fotográficas a la World Surf League, quienes analizarán la hazaña antes de la ceremonia oficial de premiación que se llevará a cabo en abril próximo (2019).